miércoles, 14 de junio de 2017

Cruella de Vil

FICHA BIOGRÁFICA

NOMBRE: Cruella de Vil
EDAD: 43, pero aparenta 63
OCUPACIÓN: Sicóloga
INTERESES: La vida de otros
HOBBY: Tirar la piedra y esconder la mano
DEBILIDADES: Su lengua



(Esto será divertido...)
Apareció un día en Don Augusto con el único objetivo de enfrentar a unos contra otros. Por un tiempo, nadie se daba cuenta de lo que hacía, aún hay gente que no lo nota, pero el grupo que ha detectado sus malvadas intenciones es cada vez más numeroso hoy en día.
De ser el centro de atención y articuladora de cuanta actividad, reunión, idea o devoción que se planeara, ahora solo le toca avizorar desde lejos intentando adivinar lo que alegres y vivarachas decimos cada tarde. Sus pupilas franqueadas por gruesas, toscas y desagradables líneas gruesas, cual mimo de los años 20, son tan repulsivos como las hebras plateadas que surgen de su añublo cerebro son cada vez más notorias.
Pero ¡oh! tiene su piquichón... o mejor dicho piquichona... sí pechugona... jajaja... su escudera, su sobona, su discípula... lamentablemente la nena llegó tarde a la repartición de habilidades cerebrales y sus intentos de remedo son bastante torpes. La piquichona es tan obtusa, lerda, taruga, cenutria, zangandunga que necesitaría un diccionario para entender mis palabras.
Y fue así que tan pronto como apareció, tan pronto desapareció. 

domingo, 11 de junio de 2017

Madres tóxicas llevadas al formato tesis


Hace exactamente un año, exacto, escribí el primer post de este blog secreto.
Luego de explicar lo feliz que fui viviendo sola y luego con un cómplice.. califiqué de un asalto brutal la intromisión de la especie "mamis" en mi vida.
Aún lo sigue siendo, creo que sería feliz sin haber conocido a algunos individuos de esta casta paranormal. Sin embargo, he de retroceder algunos pasos en mi pragmatismo, pues he caído en una paradoja. Sí, una paradoja. Algo extraño a mi lógica tan bien fundamentada ha tomado protagonismo.
He conocido a personas que, sin duda, gustosas también les encantaría escribir un post en este ya internamente famoso blog.
Sandra y Maritza (y otras que se van sumando de a pocos) se han convertido en mis sujetos de investigación que hacen imposible comprobar la hipótesis rebelde de mi primer post. Resulta que existe vida más allá del cole para ellas. Resulta que es posible compartir y divertirse y bailar y cantar y beber y etcétera sin tener que pensar todo el tiempo en los endiablados retoños o en dedicarse a alimentar avísperos contra otros individuos de esta especie.

Y ya que mi vida estará en los siguientes 24 meses exudando tesis, elaboraré una muy sencilla matriz de consistencia interna para plantear la pregunta general y específica del problema, el objetivo general y específico de mi investigación y una original hipótesis. Mi trabajo será experimental.
(Acabo de descubrir que no tengo opción para insertar tabla.. haré lo mejor que pueda con tabs y viñetas)
Primero, lo primero... las variables... 1.Mujeres tóxicas que son madres. 2. Nuevos círculos de amistad.
Pregunta general: 
¿Cuál es el efecto de mujeres tóxicas que son madres en el nuevo círculo de amistades en mi vida en 2017?
Preguntas específicas:
¿Cuáles son las características para reconocer a una madre tóxica?
¿Qué procedimiento se puede seguir para expectorar "cortésmente" (tipo Candy puuuh) a madres tóxicas de mi círculo de amistades 2017?
¿Qué estrategia se puede seguir para anular los avances de las madres tóxicas en el círculo del colegio?
Objetivo general:
Determinar el efecto de mujeres tóxicas que son madres en el nuevo círculo de amistades en mi vida 2017?
Objetivos específicos:
Determinar características que permitan reconocer a una madre tóxica.
Determinar el procedimiento para expectorar a madres tóxicas de mi círculo de amistades 2017.
Determinar una estrategia para anular los avances de las madres tóxicas
Hipótesis: Las mujeres tóxicas que son madres no tienen ningún efecto en la conformación de mi círculo de amistades en 2017.


De cuando era feliz sin conocerlas


Aprendí a disfrutar de mis momentos de soledad a caudales cuando empecé a vivir sola.
Reía, lloraba, cantaba, ordenaba, desordenaba, y hasta lavaba mis platos y mi ropa.
Desarrollé esa mirada cómplice conmigo misma. Esos ojos chinitos cuando me llegaba alguna idea descolocada al cerebro. Esa mirada vidriosa cuando estaba triste o nostálgica y que excusaba muy bien echándole la culpa a mis lentes de contacto.
Ocultaba mi rostro bajo mi largo y lacio cabello negro. Escondía mis rollitos bajo la chamarra de cuero. Tapaba mi siempre despeinada cabellera bajo un gorro de lana. Y disimulaba mis pequeños pies dentro de mis amados chancabuques negros.
Era la felicidad total. Solo hablaba y veía a quien me apetecía hacerlo. Con nadie más. Y si alguien rompía el equilibrio de mi soledad sin permiso, solo le daba delete (previa sacudida de pelo encima).
Luego decidí vivir de a dos. Allí empezó la diversión. La impredictibidad del día día era embriagante, narcótica. Era mi Fast car de Tracy Chapman.
Pero habían efectos colaterales no previstos. Nuevos actores entraban a empellones a mi vida... intentando desequilibrar mi desorden.
Y no podía darles delete ni tirarles mi pelo encima. Hasta ahora no puedo.
Es como mi fibromalgia: te acostumbras a vivir con el dolor.
La más reciente intromisión se llama "las mamis". Un grupo de criaturas que odia a morir a otros individuos de su especie, pero que no mueve una pestaña para alejarse.
Son seres mega egocentristas que creen haber desarrollado el alma salvadora del universo.
Se creen periodistas, siempre las verás con la oreja en la mano cual aparato buscador de oro. Apuntando a un solo propósito: saber el último chisme.
Creo que llevan en su hinchado corazón la nostalgia de volver a las salas primariosas.